LIMA,
El periodista Federico Prieto Celi, autor del libro "El Trigo y la Cizaña", lamentó los nuevos ataques que ha sufrido el Arzobispo de Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani, por parte de "pequeños grupos que pretenden restarle autoridad" y desmintió enfáticamente a sus detractores.
El 30 de agosto pasado, el Purpurado presidió una Misa en honor a Santa Rosa de Lima, Patrona de la Policía Nacional y en su homilía recordó que los derechos humanos "son demasiado importantes para que los dejemos en manos de un pequeño grupo ideológico". Esta afirmación le valió una serie de ataques por parte de ciertos personajes que han cuestionado incluso su trabajo de diez años como Arzobispo de Ayacucho en la época de mayor acción terrorista en esa zona andina.
"La homilía que dio el Cardenal fue el 30 de agosto, día de Santa Rosa de Lima, y por eso estuvo dirigida a ella y a la Policía, porque también fue su día. La referencia que él hizo a la importancia de los derechos humanos, que es una cosa que interesa a todas las personas no solamente a un grupo, está en un contexto muy religioso y no tiene ningún ánimo de desafío", precisó Prieto en una entrevista concedida al diario Expreso.
Asimismo, recordó que "de su etapa en Ayacucho que duró 10 años, todo el mundo sabe que él luchó denodadamente a favor de los campesinos, de los ronderos y de la población en general de Huamanga y Ayacucho. Ellos se lo han reconocido reiteradamente".
Según el periodista, quienes critican al Purpurado solo "quieren es restarle autoridad, para que no continúe diciendo todo lo que dice con valentía" y "no quieren que el Cardenal ejerza el magisterio de la Iglesia a plenitud, como corresponde a un genuino pastor".
Prieto recordó que en su libro "El Trigo y la Cizaña. Radiografía de una conjura contra el Cardenal Cipriani" muestra 60 testimonios que confirman la impecable labor del Purpurado y cuenta "la valentía que tuvo para hablar, predicar el Evangelio, para atender a sus sacerdotes, enfrentarse a los problemas del terrorismo. Creo que la historia de la iglesia en el Perú ya ha registrado con documentos el comportamiento valiente y de servicio a las comunidades campesinas que tuvo el Cardenal en Ayacucho".