ROMA,
Ian Ker, experto biógrafo del converso inglés Cardenal John Henry Newman, respondió a las calumnias que en las últimas semanas el lobby homosexual ha difundido en la prensa y aclaró que el Siervo de Dios fue enterrado en la tumba del sacerdote Ambrose St. John, porque esa fue su voluntad y estaban unidos por una muy buena amistad.
En un artículo titulado "John Henry Newman y el sacrificio del celibato" publicado en L’Osservatore Romano, Ker comenta que "la decisión de exhumar el cuerpo del venerable John Henry Newman ha provocado reacciones, en particular de parte del lobby homosexual", cuyas voces pretenden manipular la figura del Purpurado para impulsar su agenda.
Según el biógrafo esta "protesta" tiene una implicación malintencionada porque difunde la especulación de que "Newman habría querido ser enterrado con su amigo porque habría estado ligado a él por algo más que una simple amistad".
Ker refuta tales versiones con ejemplos históricos como el caso de C.S. Lewis y su hermano Warnie, enterrados en la misma tumba por deseo de ambos y a quienes nadie acusa de sentimientos incestuosos.
Asimismo, cita el caso de Dorothy Collins, la devota secretaria de G.K. Chesterton a quien el escritor y su esposa trataron como a una hija. Collins dispuso que sus restos fueran cremados en inhumados en la tumba de los esposos Chesterton como prueba de amor filial.
Ker, autor de "John Henry Newman. Una Biografía", un libro de 764 páginas publicado en 1990 por la Oxford University Press, recordó que el Padre Ambrose acompañó al Cardenal Newman "durante el difícil periodo de la fundación del Oratorio de San Felipe Neri en Inglaterra y en todas las sucesivas pruebas y tribulaciones de Newman como católico".