BUENOS AIRES,
El Obispo de Santiago del Estero (Argentina), Mons. Francisco Polti, lamentó las acusaciones y "graves injurias" que sin pruebas concretas los medios de comunicación social difundieron contra sacerdotes de su diócesis y la Iglesia, tras las medidas que se vio obligado a tomar ante la rebeldía de un presbítero a su cargo.
El Prelado argentino explicó que la suspensión de la licencia del P. Ariel Álvarez para enseñar teología y publicar libros o artículos, tuvo como objetivo "ser una ayuda espiritual para esta Iglesia diocesana y, a la vez, abrir un camino para que el sacerdote revise su actitud en espíritu de humildad, obediencia y comunión".
Asimismo, lamentó que "en distintas oportunidades, incluido algún medio de comunicación social, se manifestaron acusaciones hacia sacerdotes de la diócesis, faltando a la caridad cristiana, y al don de la vocación sacerdotal, regalo de Dios, sin pruebas concretas y que llevan a cometer graves injurias, que atentan no sólo contra los presbíteros, sino también contra la Iglesia".
Tras recordar la necesidad de la corrección fraterna en el trato con los hermanos, el Obispo finaliza su comunicado invitando a seguir " trabajando con un nuevo ardor", fortaleciendo "la espiritualidad de comunión y en favor de aquellos que tienen la vida y la fe amenazadas".
Los hechos