VATICANO,
El Prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica de la Santa Sede, Arzobispo Raymond L. Burke, precisó que los católicos, especialmente los políticos que públicamente defienden el aborto, no deben comulgar.
Se refirió también a la responsabilidad de caridad que tienen los ministros de la comunión de negársela si es que la solicitan "hasta que haya reformado la propia vida".
En una entrevista concedida a la revista Radici Cristiane (Raíces Cristianas), Mons. Burke, quien fuera hasta hace poco Arzobispo de Saint Louis (Estados Unidos), explicó que los católicos no tienen el derecho de recibir la Eucaristía.
"¿Quién puede reivindicar un derecho a recibir el Cuerpo de Cristo? Todo es un acto sin medida del amor de Dios. Nuestro Señor se hace Él mismo disponible en su Cuerpo y en su Sangre pero no podemos decir jamás que tenemos el derecho de recibirlo en la Santa Comunión. Cada vez que nos acercamos a Él, debemos hacerlo con una profunda conciencia de nuestra indignidad", explicó el Prefecto.
Tras comentar además que entre los fieles se ven a veces actitudes de irreverencia al recibir la Comunión, el Arzobispo destacó que "recibir indignamente el Cuerpo y la Sangre de Cristo es un sacrilegio. Si lo hace deliberadamente en pecado mortal es un sacrilegio".
"Si tenemos un pecado mortal en la conciencia, debemos primero confesarnos de ese pecado y recibir la absolución, y sólo después acercarnos al Sacramento Eucarístico", resaltó.