LIMA,
El Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, hizo un enérgico llamado a no permitir que "se degrade la dignidad moral" de los pueblos afectados por el terremoto que sacudió el sur del Perú hace un año, "cediendo a sentimientos de odio y de violencia que van apareciendo de manera ya periódica".
Así lo expresó el Purpurado ayer por la noche al presidir la Misa de sufragio por las víctimas, familiares y damnificados del terremoto el 15 de agosto del año pasado; celebrada en la Catedral de Lima a la que asistieron el Presidente del Perú, Alan García Pérez y varios de sus ministros, entre otras autoridades.
"Es justo que miremos a esos hermanos para pedirle a Dios consuelo, ayuda y esperanza. Evidentemente, estas poblaciones requieren todas nuestras fuerzas, y por eso no debemos permitir que se degrade la dignidad moral de estos pueblos hermanos, cediendo a sentimientos de odio y de violencia que van apareciendo de manera ya periódica en nuestra vida peruana", expresó el Arzobispo de Lima.
Tras señalar que "duele pensar que haya gente que no mide sus propias actitudes y palabras, lo ven todo en una clave de ventaja y eso va en contra de la dignidad de nuestro pueblo", el Cardenal aseguró que ante esta situación, "desde esta Catedral Primada todos los peruanos de buena voluntad volvemos nuestra mirada al sur, dirigimos a Dios nuestras plegarias por nuestros hermanos fallecidos en el terremoto, pedimos por todos los que han sido probados por el dolor y pérdida de sus hogares".
Asimismo, alentó a continuar el proceso de reconstrucción "con tenacidad y generosidad de corazón, con empeño eficaz y competencia técnica. Estoy seguro que en este segundo año se logrará, con la participación ordenada de todos, un avance más rápido, eficiente, que traiga una mejora para todos nuestros hermanos afectados".
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