MÉXICO D.F.,
El Obispo de Tehuacán, Mons. Rodrigo Aguilar Martínez, señaló que la Asunción de la Virgen María en cuerpo y alma al Cielo "es también la garantía del triunfo definitivo que Dios ofrece a cada criatura. Celebrar la Asunción nos lleva a crecer en la esperanza de que un día también nosotros seremos elevados para llegar a la morada que Jesús nos tiene preparada en los cielos".
En una carta pastoral publicada en ocasión de la Solemnidad de la Asunción de la Madre de Dios, el Prelado explicó que con este hecho "culmina la unión progresiva de fe, de esperanza, de amor, de servicio doloroso que se estableció entre María y su Hijo el Salvador desde el momento mismo de la Anunciación-Encarnación. María Asunta a los cielos es la Dolorosa que se ha unido para siempre a su Hijo Resucitado".
"Esta fiesta nos llena de consuelo y esperanza, pues significa para nosotros que María es imagen y comienzo de la Iglesia que peregrina hacia la unión plena y definitiva con Jesucristo. La unión de María con Cristo está en función de la Iglesia", añadió.
Mons. Aguilar dijo luego que "con María, asunta a los cielos, la Iglesia comienza y alcanza su perfección. María se convierte en un estímulo y un punto de referencia para quienes anhelamos permanecer unidos a Cristo Jesús. Esto nos alienta mientras nos vemos rodeados de tentaciones y peligros, luchando contra el pecado y la cultura de muerte".
"Si la Asunción es la culminación de las grandes cosas que Dios ha hecho en María, es también la garantía del triunfo definitivo que Dios ofrece a cada criatura. Celebrar la Asunción nos lleva a crecer en la esperanza de que un día también nosotros seremos elevados para llegar a la morada que Jesús nos tiene preparada en los cielos".
Seguidamente recordó que "esto nos lleva a vivir con los pies bien plantados en la tierra, pero con la mirada y el corazón en el cielo; del mismo modo, nos lleva a actuar en nuestra relación y servicio a los demás con actitud positiva e infundiendo esperanza".