SAO PAULO,
El Prefecto de la Congregación para el Clero, Cardenal Claudio Hummes, recordó que "la sociedad depende mucho de los sacerdotes, pues son aquellos los que diariamente conducen a las personas a Jesucristo. Son ellos que se dedican al pastoreo y convocan a los fieles a los sacramentos, sobre todo para la Eucaristía".
Al celebrar la Misa de Acción de Gracias por sus bodas de oro sacerdotales, el Purpurado señaló que "al cumplir 50 años de sacerdocio, se puede decir con propiedad que se trata de un Jubileo" pues al igual que como lo celebraba el pueblo es "un tiempo de renovar los compromisos de la alianza y de pedir perdón a Dios y al prójimo por las deudas, por las ofensas y por las infidelidades".
"Para todos nosotros y para mí este Jubileo significa alabar a Dios por este gran don que me dio y que se traduce en servir. Me quiero unir a la Santísima Virgen, que cuando visitó a su prima Santa Isabel cantó el Magnificat, que significa Sólo Dios es grande", aseguró.
Asimismo, el Cardenal Hummes indicó que estos años de sacerdocio no estuvieron libres de contrariedades y dificultades, pero "esas cruces que son aceptadas por amor de Dios, son también un motivo de felicidad". Dios "fue generoso todos estos años", agregó.
Tras afirmar que "hoy más que nunca rezo por los sacerdotes" pues "tengo bajo mi responsabilidad 407 mil sacerdotes del mundo entero", precisó que "hay un pequeñísimo número de ellos que cometen errores" pero "el 98% son personas dignas que se dedican incansablemente y gastan sus vidas por el pueblo y por Dios".
Al comienzo de la Eucaristía, que se celebró en la Catedral de Sao Paulo, se leyó un mensaje del Papa Benedicto XVI enviado al Cardenal Hummes para esta ocasión, donde destaca su empeño en el desarrollo de su trabajo pastoral.