Piura,
El Arzobispo de Piura, Mons. José Antonio Eguren Anselmi, pidió a las autoridades impulsar medidas que beneficien a las familias en vez de debilitarlas, como ocurre con la reciente ley de divorcio rápido por la cual ahora en Perú "es más fácil divorciarse que disolver un contrato de telefonía celular".
Al presidir una Misa de acción de gracias por el 187º aniversario de la independencia del Perú desde la Basílica Catedral de Piura, Mons. Eguren expresó su preocupación por las "fuerzas tenebrosas y maniobras oscuras que tratan de limitar el valor inviolable de la vida humana misma" en el país.
El Arzobispo reiteró que "el aborto es siempre un crimen porque en el ser humano, en cada ser humano, en cualquier fase o condición de su vida resplandece un reflejo de la misma realidad de Dios" y explicó que "el Magisterio de la Iglesia, argumentando desde la razón y el derecho natural, siempre ha proclamado constantemente el carácter sagrado e inviolable de cada vida humana, desde su concepción hasta su fin natural".
Asimismo, manifestó su "pena y profundo dolor" por la aprobación de la ley del divorcio rápido que "en vez de promover la consolidación de los matrimonios" incluso "de aquellos que podrían encontrarse en problemas, opta por facilitar la disolución de los mismos, convirtiendo en un mero trámite administrativo un asunto que tiene una relevancia social muy importante porque la familia fundada en el matrimonio, constituye el ámbito de formación integral de los futuros ciudadanos de nuestro país".
"Como me hacía notar recientemente un amigo, hoy en día en el Perú es más fácil divorciarse que disolver un contrato de telefonía celular", indicó.
Mons. Eguren precisó que la sociedad "atraviesa por una seria crisis de principios y valores morales e institucionales. Ello ha traído como consecuencia que el tejido social se debilite y proliferen conductas delictivas e inmorales que dañan la formación de nuestros niños y jóvenes".