ROMA,
Pese a que solo una decena de iraquíes pudieron participar en la Misa final de la Jornada Mundial de la Juventud en Sydney, más de seis mil jóvenes de Irak tuvieron la oportunidad de vivir su propia JMJ en la zona norte de su país, escuchando las catequesis de sus obispos y compartiendo su experiencia de fe en un clima de alegría y entusiasmo.
Junto a otros muchachos de Líbano, Australia y Francia, los iraquíes celebraron la JMJ en las diócesis de Amadiyah de los caldeos (católicos) y de Arbil de los caldeos; en donde se clausuró el evento con una procesión y una Misa el pasado viernes 18 de julio.
Según indica a L'Osservatore Romano Mons. Rabban Al-Qas, Obispo de Amadiyah de los caldeos, en la noche del 18 de julio más de mil jóvenes llevaron una cruz en procesión hasta la localidad de Araden, en donde se ubica el "monasterio de Sultana Mahdokh, dedicado a la mártir iraquí que vivió allí en el siglo IV. Desde allí se podía admirar todo el valle de Sapna mientras los jóvenes entonaban los mismos cantos de la JMJ Sydney. La fatiga no minó su espíritu y en sus rostros se podía ver la emoción vivida durante la extensa jornada".
Al finalizar el recorrido, los peregrinos lanzaron un mensaje de esperanza, indica LOR, "que la próxima edición de la JMJ pueda festejarse 'en todo el país', no solo en el norte, como sucedió en esta ocasión, 'sin temor a episodios violentos'".
Por su parte, el Arzobispo de Kirkuk de los caldeos, Mons. Louis Sako señaló que a su diócesis "vinieron cinco mil jóvenes. Hemos seguido el mismo programa de Sydney, traducido en árabe. Se ha tratado de un evento histórico, para nosotros tal vez más significativo que la JMJ Sydney, en donde era fácil encontrarse. Se ha manifestado aquí la voluntad de los jóvenes de testimoniar la fe en medio de las dificultades y sufrimientos".
Mons. Sako comentó también que "a través de los muchachos cristianos, los otros, el 97 por ciento que son musulmanes, han podido ver a Cristo. La satisfacción ha sido tanta que estoy pensando en preparar en Kirkuk un encuentro entre cristianos y musulmanes al inicio del Ramadán, en septiembre, para rezar juntos por la paz y la reconciliación".