SYDNEY,
“Enviados al mundo el Espíritu Santo, el principal agente de misión", fue el tema del tercer día de catequesis durante la JMJ 2008.
“Crear una cultura de vida”, alentó Mons. Samuel Aquila, Obispo de Fargo (Dakota, Estados Unidos) a una numerosa audiencia de peregrinos en la Universidad de Notre Dame en Sydney. “Esto es extremadamente difícil en la cultura de hoy, especialmente cuando somos bombardeados por la tecnología”.
“Entre muchos de los problemas que tenemos que enfrentar sobre el tema de la vida, uno de los más difíciles es el aborto, construyendo una cultura de vida nosotros debemos tener el coraje de hablar de la dignidad de la vida, particularmente la de los niños no nacidos”.
“Dios, en el libro del Deuteronomio nos dice que Él nos da la vida para que nosotros y nuestros descendientes tengamos vida y la tengamos en abundancia”.
Posteriormente habló de manera enfática a los peregrinos: “Yo les digo, elijan la vida, porque la vida es un don otorgado, la vida es un regalo puro que se nos ha dado…ustedes recibieron el regalo de la vida de Dios. Deben pues ser testigos de ese regalo, pero ¿cómo vivimos nuestras vidas?...no podemos creerle al Padre de la mentira que dice: Es una decisión personal, es privada. Es entre el individuo y Dios. Eso es relativismo” y resaltó “una vida humana es destruida cada momento que ocurre un aborto”.
Finalizada la catequesis, Mons. Aquila celebró la Eucaristía junto con otros sacerdotes en la Iglesia de San Benedicto, de la Universidad de Notre Dame.