SYDNEY,
“Ver a nuestro lider, ver al Papa”, este es el anhelo de Tujai Maris, un peregrino de Myanmar que junto con otros 32 jóvenes llegó a Sydney en la tarde del lunes para participar de la JMJ. Luego de innumerables problemas con sus visas y con ayuda de la Iglesia en Australia, estos 33 muchachos llegaron dispuestos a participar de todas las actividades de este gran evento.
“Le damos la bienvenida a nuestros hermanos y hermanas provenientes de diferentes diócesis de Myanmar, somos concientes de sus sufrimientos”, dijo el Obispo Auxiliar de Sydney, Mons. Julian Porteous.
Dominic Ych Thiha Saw, otro de los peregrinos que hace parte de la delegación trajo una caja marcada con el nombre “Pope Benedict XVI” con una pintura de un famoso lago en Myanmar para entrégarsela como presente al Santo Padre.
Los peregrinos hablaron de las dificultades que sufre la Iglesia Católica en su país en el que no se permite construir iglesias y en donde necesitan una autorización especial del gobierno para reunirse a celebrar su fe.
“La Iglesia Católica quiere vivir su propia vida y tener la posibilidad de expresar su fe. En Birmania (Myanmar) la Iglesia ha ayudado a las personas necesitadas alimentándolas, vistiéndolas, educándolas. La Iglesia no desea ser una fuerza política, sino ayudar a la gente de este país", explicó Mons. Porteous.
Myanmar cuenta con 50 millones de habitantes, en su mayoría budistas. La Iglesia Católica suma 650 mil fieles, 658 sacerdotes, 1 330 religiosos y religiosas y 2 084 catequistas.