SYDNEY,
El Papa Benedicto XVI llegó de buen ánimo y distendido a Sydney el domingo 13 de julio a las 3:00 p.m. –hora local- luego del viaje más largo de su vida, en el que recorrió 16.418 kilómetros, durante 19 horas y 45 minutos.
El histórico viaje a Australia es su visita apostólica numero 9 fuera de Italia.
Al descender del avión, el Pontífice fue recibido por el Primer Ministro de Australia, Kevin Rudd, el Arzobispo de Sydney, Cardenal George Pell y el Premier de New South Wales, Morris Iemmael, el Arzobispo Philip Wilson, Presidente de la Conferencia de Obispos Australianos, el Cardenal Stanislaw Rylko, Presidente del Pontificio Concejo para los laicos, Mons. Anthony Fisher OP, Coordinador de la JMJ y Monseñor Josef Clemens, Secretario del Pontificio Concejo para los Laicos, entre otros.
Luego de un breve saludo, El Pontífice viajó en un automóvil cerrado al Kenthurst Study Centre del Opus Dei ubicado en las Montañas Azules, a unos 40 kilómetros de Sydney, donde permanecerá en privado hasta la noche del miércoles 16 de julio donde participará en la bienvenida oficial en el marco de la JMJ.
.El mismo día de su llegada, la prensa dio a conocer un mensaje escrito por el Pontífice el pasado 4 de julio y dirigido "al amado pueblo de Australia y a los jóvenes peregrinos que participarán en esta Jornada Mundial de la Juventud 2008."
En él señala que "convencido firmemente de que los jóvenes están llamados a ser instrumentos del Espíritu Santo, comunicando la alegría de conocer y seguir a Cristo en todo el mundo, que tanta necesidad tiene de la Buena Nueva, las respuestas que buscan tantos jóvenes que se sienten sin esperanza, ante un mundo que les ofrece incertidumbres, ante la pobreza y la injusticia, ante los daños contra la naturaleza, ante quienes niegan a Dios, esas respuestas se pueden encontrar en el Espíritu que nos ayuda a encontrar la vida el amor y la verdad".