FRONT ROYAL,
Por séptimo año consecutivo la Administración Bush ha retenido financiamiento al Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) para evitar que el dinero de los contribuyentes estadounidenses sea empleado para promover el aborto en otros países.
De esta manera, UNFPA ha perdido 235 millones de dólares gracias a la labor del Population Research Institute (PRI) que en el año 2001 presentó las pruebas que confirmaban la participación de este departamento de la ONU en la aplicación de la polémica política del hijo único en China.
Solo en el año 2008, la Administración negó 40 millones de dólares a UNFPA.
El PRI, presidido por Steven W. Mosher, ha enviado equipos de investigadores de campo a China durante años que han documentado que UNFPA está íntimamente comprometida en los programas de abortos y esterilizaciones coactivas en ese país.
La evidencia presentada al Congreso de los Estados Unidos y a la Casa Blanca no dejó dudas sobre la participación de UNFPA en los programas de salud reproductiva del gobierno chino.
En respuesta a los hallazgos del PRI en el 2001, el Presidente Bush tomó la decisión de desviar los 34 millones de dólares asignados para ese año a los programas de planificación familiar coactivos de UNFPA. Estos fondos fueron dirigidos a programas de supervivencia de la niñez, programas contra el tráfico de drogas y otros.