ROMA,
El Papa Benedicto XVI dirigió un videomensaje a los obispos del país por el centenario de la Conferencia Episcopal de Colombia, en el que pide a Dios que "cese la violencia, el secuestro y la extorsión que padecen muchos de los hijos" de esta tierra.
Según informó Radio Vaticano, el videomensaje fue transmitido hoy durante la Asamblea Plenaria de la CEC que versa sobre el tema "La memoria histórica de la Conferencia Episcopal de Colombia en la celebración de su primer centenario".
"No puedo olvidar tampoco el esmero que ponen en ser hombres de concordia, ni sus continuas exhortaciones para que cese la violencia, el secuestro y la extorsión que padecen muchos de los hijos de esa amada tierra. Pido ardientemente a Dios que acaben cuanto antes estas situaciones, que tanto dolor han causado, y que en Colombia reine una paz estable y justa, en un clima de esperanza y prosperidad", indicó el Papa.
Asimismo, se unió a las celebraciones por el centenario del Episcopado, recordó y dio "gracias a Dios en estos momentos por los insignes Pastores que han formado parte de esa Conferencia en este siglo de andadura. Ellos son para todos un testimonio elocuente de celo apostólico y preclaras virtudes, que invitan a continuar respondiendo con solícita entrega, fe firme y renovado ardor a los retos que hoy se presentan a la Iglesia en su Patria".
Según el Pontífice, "la hora presente es una ocasión providencial para tomar el testigo de los que nos precedieron y ayudar a nuestros hermanos para que afiancen la amistad con Jesucristo, acojan su Palabra con limpieza de corazón, celebren con gozo los sacramentos y sirvan con entusiasmo a todos, en particular a los más desfavorecidos, llevándoles un mensaje de paz, justicia y reconciliación".
"Nosotros, como Pastores de la Iglesia, hemos de ir por delante guiando por el recto camino al Pueblo de Dios, que necesita vernos como auténticos hombres de Dios y saber que cada día rezamos por sus preocupaciones, sufrimientos, desvelos e inquietudes. Como discípulos, escuchamos, aprendemos y seguimos al Maestro y, como apóstoles y misioneros, ayudamos a los que nos. rodean, y también a los alejados, a encontrar en Cristo la plenitud de vida que tanto ansían", agregó.