MÉXICO D.F.,
El Arzobispo de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, recordó que "México es territorio de la vida y no de la muerte" y eso es lo que todos deben proclamar y defender con claridad ante las disyuntivas legales que se presentan actualmente en el país.
"Venimos a los pies de Nuestra Señora de Guadalupe para agradecer el don de la vida y reafirmar la verdad de la vida humana, en un mundo que aparta la vista de lo que la ciencia reconoce: que la vida del embrión es humana desde el primer momento de la concepción, hasta el último instante de su existencia natural", indicó el Purpurado en la Misa dominical, luego de la "Peregrinación por el Maravilloso Don de la Vida".
Tras afirmar que "la verdadera laicidad es la que escucha la razón, no la que se deja llevar por la sinrazón de una imposición de tipo político", señaló que los cristianos "quieren que se le respete el derecho a defender su puntos de vista con racionalidad, con tolerancia y con respeto" sin ser señalados como "oscurantistas por no ir siempre de acuerdo con la opinión del pensamiento oficial de una autoproclamada intelectualidad".
"México es territorio de la vida y no de la muerte" y esta es la verdad que "hemos de proclamar en la sociedad", la que "tenemos que defender, con la claridad de la razón, ante las disyuntivas legales que una sociedad plural pone sobre la mesa del debate y sobre la conciencia de las personas", aseveró el Cardenal Rivera.
La vida humana comienza desde "el primer momento de la concepción", afirmó, "esta proclamación no nace de la prepotencia o del afán de imponer las propias ideas a los demás", sino "de la certeza de que la verdad es la base de la convivencia social".
En otro momento, el Arzobispo de México hizo un llamado a quienes desde han hecho de la práctica del aborto su forma de ganarse la vida a que recuerden que ese no es el camino de la vida sino de muerte.