MANAGUA,
Los archivos de inteligencia desclasificados del Ministerio de Seguridad (Stasi) de la extinta Alemania Democrática reconocen que en el gobierno sandinista de los ‘80s "se cometieron grandes errores con la aplicación esquemática de experiencias cubanas en los conflictos con la Iglesia" Católica, con decenas de agentes infiltrados –entre ellos una conocida feminista promotora del aborto– y métodos burdos.
El diario La Prensa obtuvo acceso a estos documentos en Berlín y ha publicado un extenso reportaje sobre la persecución que la Iglesia sufrió en esos años, cuando se convirtió en uno de los blancos del Gobierno y sus líderes padecieron permanentes ataques.
La Prensa cita el reporte de un agente de la Stasi en Managua, quien aseguró que "los errores cometidos tenían graves consecuencias, sobre todo porque los soviéticos tampoco tenían mucha experiencia en esa área. El caso más conocido fue el que la Seguridad del Estado ejecutó contra el sacerdote Bismarck Carballo", entonces director de Radio Católica y uno de los principales críticos del sandinismo.
El 11 de agosto de 1982, el Padre Carballo, entonces párroco de San Miguel, fue invitado a almorzar a la casa de una feligresa. Al llegar, un hombre ingresó a la vivienda, lo golpeó, realizó disparos y lo obligó a desnudarse. Apareció entonces la Policía Sandinista, lo sacaron a la calle, donde lo esperaba un tumulto de agitadores y de periodistas sandinistas, que lo grabaron y fotografiaron para luego difundir las imágenes montando una relación entre el sacerdote y la dueña de casa. En el año 2004, Daniel Ortega, líder del FSLN, después de tres derrotas electorales, pidió perdón a Mons. Carballo en un acto proselitista de su partido.
Un alto mando de ese Gobierno que se mantiene en el anonimato, declaró a La Prensa que el montaje fue una mala jugada porque "causó el efecto contrario y llevó a la Iglesia Católica a personificar la oposición contra el sandinismo".
Según el diario, los archivos de la Stasi confirman que "el trabajo de la Dirección General de Seguridad del Estado (DGSE) se concentró además de la labor contra la CIA y la Contra, en un tercer eje: la Iglesia. Los sandinistas consideraban que la CIA financiaba a la Iglesia Católica y la había tomado como parte de su política contra el Gobierno".