MADRID,
El Obispo de Palencia (España), Mons. José Ignacio Munilla, señaló que ante los ataques del secularismo y el relativismo que se enfocan en la Iglesia, ésta "necesita la libertad interior para poder realizar la voluntad de Dios, que es justicia, amor y esperanza para todos los hombres".
En un sencillo e interesante artículo titulado "Lecciones de un cuento de la infancia", el Prelado destacó que "necesitamos ser libres del juicio ajeno, para poder obrar en justicia y en verdad. Quien tiene su referente en las críticas de los demás o en los aplausos cosechados, está condenado a no actuar en conciencia".
Tras narrar la historia del padre y el hijo que atraviesan distintos pueblos con un burro; y que a cada cambio de lugar –el hijo o el padre sobre el burro o los dos a pie al costado del animal– intentando agradar a quienes lo ven, son criticados; el Obispo cuestionó: "¿Acaso no le ocurre a la Iglesia hoy en día, lo mismo que a los protagonistas del cuento? ¿No tenemos también nosotros que extraer la enseñanza de conquistar la necesaria libertad interior, para que la vida de la Iglesia sea lo que Dios quiere de ella, sin dejarnos amedrentar por tantas burlas, sátiras y comentarios ligeros?"
"A veces se le acusa a la Iglesia de paternalismo y/o de autoritarismo: '¡Míralos…, hablan ex cátedra y se creen que están en posesión de la verdad!'. En medio de una sociedad en la que la figura del padre, e incluso el mismo sentido de autoridad están en plena crisis, existe una reacción alérgica hacia el Magisterio de la Iglesia".
En cuanto a la defensa de los más débiles que hace la Iglesia, prosigue Mons. Munilla, "tampoco aquí nos libramos de la incomprensión"; del mismo modo que se critica a quienes opinan públicamente en nombre de la Iglesia porque "con frecuencia se nos quiere hacer creer que el ámbito de las creencias religiosas se circunscribe únicamente al interior de la conciencia y a la sacristía".
Tras precisar luego que "no podemos perder la conciencia de que los métodos modernos de evangelización, han de ser acompañados con la oración y la penitencia, para que puedan ser eficaces y fecundos", el Obispo de Palencia subrayó que "una conclusión necesaria es que no perdamos la paz por causa del ambiente de juicios ligeros y críticas sistemáticas, en el que estamos envueltos. Esta es la moraleja: ¡Nuestro público es Dios! La Iglesia necesita la libertad interior para poder realizar la voluntad de Dios, que es justicia, amor y esperanza para todos los hombres".