MADRID,
El semanario Alba informó que para el consejero de información de la embajada de España en Pekín, Gregorio Laso, "aunque pueda parecer ‘exagerado’ desde fuera, el control estatal de la natalidad en la China comunista, ‘tiene su justificación’".
Alba cuestionó a Laso sobre el "gesto" del Gobierno comunista chino que ha dado permiso a las familias que han perdido a su único hijo en el terremoto del 12 de mayo pasado para que tengan otro hijo.
Según Laso "la reacción, ante esta tragedia, es justa y generosa, puesto que lo estricto del principio de un solo hijo a muchas familias ha dejado en una situación muy desgraciada. La política de control de natalidad en China, vista desde fuera, puede parecer exagerada, pero realmente en un país con más de 1.350 millones de habitantes, el hecho de poder alimentar a toda la población de manera razonable es todo un reto".
"China tiene menos del 10% del terreno cultivable mundial y debe alimentar a una población enorme. Desde el punto de vista de la libertad, es injusto, pero desde el punto de vista de la supervivencia de una población tan enorme, tiene su justificación. De todas maneras, en el campo pueden tener otro hijo si el primero es una niña y también se ha flexibilizado esta política, ya que, cuando se casan dos hijos únicos, pueden tener otro hijo más", indicó Laso.
"Ellos consideran que son más importantes los derechos colectivos que individuales, que la gente pueda comer, tener cobijo, ir al colegio... que otro tipo de derechos como de expresión o políticos, que consideran que deben estar en una segunda fase. Desde hace 30 años ha evolucionado mucho económicamente, se ha ido abriendo lentamente en el campo de la libertad, pero el desarrollo del país dará lugar a mayores ámbitos de libertad con el tiempo", consideró Laso.
Sin embargo, Alba entrevistó al letrado del Consejo de Estado, Íñigo Coello de Portugal, parta quien lo que ocurre en China es un grave ataque a los derechos humanos.