ROMA,
En entrevista publicada por el diario oficioso del Vaticano, L'Osservatore Romano, titulada "el extraterrestre es mi hermano", el Director del Observatorio Vaticano, el sacerdote jesuita José Gabriel Funes, indicó que creer en la posible existencia de vida extraterrestre no se opone necesariamente a la doctrina católica.
El P. Funes, argentino de 45 años de edad, dijo que "la astronomía tiene un valor profundamente humano". "Es una ciencia que abre el corazón y la mente. Nos ayuda a colocar en la justa perspectiva nuestra vida, nuestras esperanzas, nuestros problemas. En este sentido –y aquí hablo como sacerdote y como jesuita– es también un gran instrumento apostólico que puede acercar a Dios", explica el sacerdote en la entrevista realizada por Francesco M. Valiante.
Con relación al origen del universo, el presbítero precisó que personalmente considera que la teoría del "bing bang" parece ser la más plausible, y que no contradice a la Biblia. "No le podemos pedir a la Biblia una respuesta científica aquí. Al mismo tiempo, no sabemos si en un futuro cercano la teoría del 'bing bang' será superada por una más completa y precisa explicación sobre el origen del universo".
Al ser preguntado por la existencia de vida extraterrestre, el Director del Observatorio Vaticano indicó que "es posible, incluso si hasta ahora, no tenemos prueba de ella. Pero ciertamente en tan grande universo esta hipótesis no puede excluirse".
Seguidamente, el sacerdote argentino señaló que "así como existe una multiplicidad de criaturas sobre la tierra, así también puede haber otros seres, incluso inteligentes, creados por Dios. Esta no es una contradicción con nuestra fe, porque no podemos establecer límites a la libertad creadora de Dios. Para decirlo con San Francisco, si podemos considerar algunas criaturas terrestres como 'hermanos' o 'hermanas', ¿por qué no podemos hablar de nuestro 'hermano extraterrestre? Él también pertenecería a la creación".
Refiriéndose luego a la oveja perdida de la parábola del Evangelio, el P. Funes comentó que "podemos pensar que en este universo puede haber 100 ovejas, equivalente a distintas clases de criaturas. Nosotros, que pertenecemos a la especie humana podríamos ser precisamente la oveja perdida, los pecadores que necesitan pastor. Dios se hizo hombre en Jesús para salvarnos. De esa forma, asumiendo que existiesen otros seres inteligentes, no podemos decir que necesitan redención. Podrían haber permanecido en total amistad con el Creador".