ROMA,
Fritz Michael Gerlich, alemán convertido al catolicismo, denunció sistemáticamente la barbarie nazi y a Hitler durante unos 13 años. Tras su arresto, fue enviado al campo de concentración de Dachau, en donde fue asesinado. Ahora, dos autores cuentan su historia en el libro "Un periodista contra Hitler".
En la última edición de L'Osservatore Romano, Gaetano Vallini escribe una crónica sobre Gerlich, a partir del mencionado libro escrito por Ovidio Dallera e Ilsemarie Brandmair. En él, ambos explican como en 1923 y desde el diario "Münchener Neueste Nachrichten", Gerlich denunciaba "una de las más graves traiciones de la historia alemana" al referirse al intento fallido de Hitler de tomar el poder a raíz del incidente de Mónaco, el 8 de noviembre de ese año.
Para el periodista alemán, Hitler era un "mentecato", pero peligroso, porque es un "tribuno que conoce el arte de hacer creer a sus secuaces todo lo que quiere y de involucrarlos en cualquier tipo de aventura", escribe Vallini.
En 1927 la vida de Gerlich daría un giro inesperado. Acostumbrado a vivir como agnóstico, su encuentro con Therese Neumann –que falleciera en 1962 y cuya causa de beatificación se encuentra en proceso. Es conocida por haber recibido los estigmas de Cristo y haber sobrevivido los últimos 35 años de su vida sin agua ni comida, solo con la Eucaristía– lo acerca a la fe y lo lleva a bautizarse el 29 de septiembre de 1931 cuando toma el nombre de Michael.
Ya por ese tiempo, la línea editorial del diario no le permite expresar libremente sus ideas y decide marcharse, fundando el "Illustrierter Sonntag", desde donde sigue criticando a Hitler. Tras el cierre de este diario, se ve obligado a fundar otro en 1932: "Der gerade Weg", en el que sigue advirtiendo de "la nueva barbarie" hitleriana que está caracterizada "por una falsedad de fondo".
Gerlich escribe también en uno de sus editoriales que el programa de Hitler "está hecho solo de 'antis'. Es una revuelta de odio que está manejada por una masa heterogénea de personas que están juntas con un único objetivo común: la voluntad de destruir".