BUENOS AIRES,
Durante su reflexión semanal en el programa "Claves para un Mundo Mejor", Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, recordó las lecciones del gran Prelado argentino Fray Mamerto Esquiú, quien en la época de la redacción de la Constitución Nacional había expresado la necesidad de defenderla para evitar en la Argentina "la anarquía o el despotismo".
Ante las tensiones políticas y sociales que vive el país, el Arzobispo señaló que "para mejorar la calidad institucional de nuestra vida política hay que promover el funcionamiento correcto de las instituciones de nuestro régimen republicano".
El Prelado recordó que el mismo Esquiú "tenía sus reparos con la Constitución pero se dio cuenta de que la única salida para la Argentina de entonces era respetar seriamente la Constitución" y destacó que "el juicio de Fray Mamerto Esquiú en ese momento implicaba una toma de posición bien clara ante las posibilidades de no observar la Constitución. Decía: ‘Fácil es prever la eterna dominación de dos monstruos en nuestro suelo: anarquía y despotismo’".
Según Mons. Aguer, bastaría para definir la calidad institucional de nuestra vida política con "atenernos al principio fundamental de un Estado de derecho, que es la división de poderes".
"Me parece que debemos meditar sobre este juicio severo pronunciado por un gran patriota. La alternativa para no caer en la anarquía o para no vernos sometidos a cualquier forma de despotismo es precisamente el respeto de las instituciones de la República y su pleno funcionamiento, en una sociedad que sea cada vez más participativa", agregó.
El Arzobispo platense advirtió que "en los últimos años se han dejado oír muchas voces críticas para señalar que es precisamente en este punto de la independencia recíproca de los poderes del Estado donde falla la calidad institucional de nuestra vida política".