VATICANO,
Al recibir este viernes al Patriarca Karekin II, líder de los cristianos Armenios no católicos, el Papa Benedicto XVI destacó que la unidad definitiva con los cristianos Armenios podría estar próxima; pero llegará como fruto de la oración y la caridad.
Al mediodía de Roma, en la Sala Clementina del Vaticano, el Santo Padre presidió la celebración de la Hora Intermedia, a la que también asistieron además de Karekin II, los obispos armenios y un grupo de fieles armenios apostólicos de varios países de Oriente y de Occidente.
Después del saludo del Patriarca, el Papa pronunció un discurso en el que, refiriéndose a la próxima solemnidad de Pentecostés, afirmó que en ese día "rezaremos de modo particular por la unidad de la Iglesia".
"Si nuestros corazones y mentes se abren al Espíritu de comunión, Dios puede obrar milagros nuevamente en la Iglesia y restablecer los vínculos de unidad. El esfuerzo por alcanzar la unidad de los cristianos es un acto de confianza obediente a la obra del Espíritu Santo, que conduce a la Iglesia a la realización plena del plan del Padre, de acuerdo con la voluntad de Cristo".
El Santo Padre señaló a continuación que "la reciente historia de la Iglesia Apostólica Armenia ha vivido los contrastes de la persecución y del martirio, de la oscuridad y de la esperanza, de la humillación y del renacimiento espiritual".
Sin embargo, continuó, "el restablecimiento de la libertad para la Iglesia en Armenia ha sido una fuente de gran alegría para todos nosotros. Sobre vuestros hombros se cargó una inmensa tarea de reconstrucción de la Iglesia" y en poco tiempo se han alcanzado "resultados pastorales extraordinarios".