VATICANO,
Al recibir a los obispos de la Conferencia Episcopal de Cuba en visita ad limina, el Papa Benedicto XVI aseguró que "en este momento de la historia, la Iglesia en Cuba está llamada a ofrecer a toda la sociedad cubana la única esperanza verdadera: Cristo nuestro Señor"; e hizo votos por su acceso a los medios de comunicación y la educación.
El Santo Padre destacó la "vitalidad de la Iglesia en Cuba, así como su unidad y su entrega a Jesucristo" y resaltó el "cambio profundo" de la vida eclesial cubana "sobre todo desde la celebración del Encuentro Nacional Eclesial Cubano, hace ahora algo más de veinte años, y muy especialmente con la histórica visita a Cuba -en 1998- de mi venerado Predecesor, el Papa Juan Pablo II".
Tras agradecer a los sacerdotes "su fidelidad y su incansable servicio a la Iglesia y a los fieles", el Santo Padre manifestó su confianza en que "el incremento de las vocaciones, y la adopción al mismo tiempo de justas medidas en este campo, permitan pronto a la Iglesia cubana contar con un número suficiente de presbíteros, así como de los templos y lugares de culto necesarios, para cumplir con su misión estrictamente pastoral y espiritual".
"Es necesario continuar promoviendo una pastoral vocacional específica que no tenga miedo de animar a los jóvenes a seguir los pasos de Cristo, el único que puede satisfacer sus ansias de amor y de felicidad", indicó y exhortó a los prelados a asegurar a los seminaristas "la mejor preparación espiritual, intelectual y humana posible" para que puedan afrontar, "identificados con los sentimientos del Corazón de Cristo, el compromiso del ministerio sacerdotal".
Benedicto XVI resaltó la "labor ejemplar de tantos religiosos y religiosas", a quienes animó a seguir "enriqueciendo al conjunto de la vida eclesial con el tesoro de sus propios carismas y de su entrega generosa" y dio las gracias "a los numerosos misioneros que ofrecen el don de su consagración a toda la Iglesia en Cuba".
El Papa también recordó que "uno de los objetivos prioritarios del Plan de Pastoral" de la isla es la promoción "de un laicado comprometido", por ello invitó a los obispos a "promover en sus Iglesias particulares un auténtico proceso de educación en la fe en los diversos niveles, con la ayuda de catequistas debidamente preparados".