MÉXICO D.F.,
La directora de la Oficina Internacional de Fundación Vida, la mexicana Paulina Sada, destacó que una mujer embarazada "no tiene derecho a matar a otra persona", en este caso a su hijo, porque se trata de "un ser humano, no de un virus".
Ante la despenalización del aborto en México y el debate que se realiza actualmente ante la Suprema Corte de Justicia de México, Sada presenta una serie de argumentos claros para reiterar la defensa de la vida humana ante el crimen del aborto.
Tras explicar que el embrión humano "posee características estructurales y funcionales que lo configuran como un auténtico ser humano distinto a la madre", la directora de la Fundación Vida subraya que la genética comprueba "que desde la fecundación, incluso en la etapa del cigoto, nos encontramos ante una célula con capacidad de autoconstruirse, e incluso ya es posible conocer su sexo mediante estudios genéticos, puesto que en su genoma están inscritas todas las características del ser humano".
Luego de recordar que en México D.F. "han perdido la vida, además de 7.000 inocentes, 8 mujeres", Paulina Sada advierte que estas cifras demuestran que el aborto "no es una sencilla intervención sin riesgo, y que el riesgo de fallecimiento de la madre está presente, al igual que cuando se sigue adelante con el embarazo".
Seguidamente Sada recuerda el síndrome postaborto, que "puede llegar a destruir a la persona" que se ha sometido a este infanticidio, "induciéndola incluso al suicidio".
Para la Oficina Internacional de la Fundación Vida tampoco debería existir debate desde el punto de vista de la legislación mexicana: "la Constitución, en los artículos 1°, 4°, 14, 22 y 123 protege la vida de los no nacidos, con lo que se establece la voluntad del pueblo de México de que la vida humana se proteja sin excepciones desde su inicio".