VATICANO,
El Papa Benedicto XVI destacó el "valor espiritual del arte musical, llamado de manera particular a infundir esperanza en el espíritu humano, tan marcado y a veces herido por la experiencia terrena".
Así lo expresó el Santo Padre ayer por la tarde tras un concierto en el Vaticano ofrecido en su honor por el Presidente italiano Giorgio Napolitano, al conmemorarse el tercer año de su pontificado.
"Existe una misteriosa y profunda relación entre música y esperanza, entre canto y vida eterna: por este motivo la tradición cristiana representa a los espíritus bienaventurados mientras cantan en el coro, raptados y extasiados por la belleza de Dios. Pero el arte auténtico, como la oración, no nos aleja de la realidad cotidiana; es más, nos conduce a ella para 'impregnarla' y hacer que reviva, para que dé frutos de bien y de paz", dijo el Papa tras el concierto del coro y la orquesta Giuseppe Verdi de Milán.
Tras agradecer al mandatario, el coro y la orquesta, el Pontífice alentó a la Fundación Giuseppe Verdi a "proseguir con el prestigioso proyecto artístico y cultural que habéis emprendido, y que se valora también por el esfuerzo para que la música alivie situaciones difíciles, como se verifican por ejemplo en hospitales y cárceles".
"Las majestuosas interpretaciones que hemos escuchado nos recuerdan además el valor y la importancia universal del patrimonio artístico", precisó Benedicto XVI quien asistió al concierto acompañado de su hermano Mons. Georg Ratzinger.
Al referirse a la "importancia de la educación a la auténtica belleza para la formación de los jóvenes", el Papa afirmó que "el arte en su conjunto contribuye a afinar su ánimo y orienta a la construcción de una sociedad abierta a los ideales del espíritu".