BOGOTÁ,
Tras varias horas, unos 250 desmovilizados de la guerrilla y los grupos paramilitares desalojaron la Catedral de Bogotá. La medida buscaba llamar la atención del Gobierno sobre el pago de sus mensualidades y los compromisos adquiridos.
Los manifestantes se reunieron por grupos con el consejero presidencial para la Reintegración, Frank Pearl, a quien le expusieron sus demandas.
La Alta Consejería Presidencial para la Reintegración calificó como "inaceptable" la medida de presión.
En la mañana de ayer, los manifestantes desalojaron a los feligreses que se encontraban en el templo y anunciaron su intención de permanecer en el recinto por tiempo indefinido.
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