PARIS,
Bernard Fellay, superior general de la Fraternidad San Pío X que reúne a los seguidores del obispo excomulgado Marcel Lefebvre, señaló que "verdaderamente nada ha cambiado", en referencia a la publicación del Motu Proprio Summorum Pontificum que liberaliza la Misa tridentina en latín; y sostuvo que aún no es tiempo de "firmar un acuerdo con Roma".
En una carta con fecha 14 de abril dirigida a los amigos y benefactores de este grupo cismático, Fellay comenta que la publicación del Motu Proprio es "un signo evidente de buena voluntad" que "no dejaría a nuestra sociedad más que una sola cosa por hacer: 'firmar un acuerdo con Roma'. Lamentablemente algunos de nuestros amigos se han dejado caer en este juego de ilusiones".
El líder, uno de los cuatro obispos ordenados por Mons. Lefebvre en 1988 sobre quienes también recayó la excomunión, indica en la carta publicada en el sitio web Dici.org, que "en el fondo, además de la apertura litúrgica del Motu Proprio, verdaderamente nada ha cambiado" en la posición de la Iglesia para con ellos.
Seguidamente, haciendo un recuento del uso de palabras "herético" y "cismático" luego del Concilio Vaticano II, Fellay asegura que estos términos "califican a las religiones más cercanas a la católica" y ahora "han desaparecido; aunque son eventualmente utilizados, sobre todo el de 'cismáticos', para designarnos".
Al hablar del término excomunión, Fellay dice que la nueva aproximación a ésta "se llama 'ecumenismo', y contrariamente a lo que todos creen, no se trata de un regreso a la unidad católica que es a lo que se refiere, sino del establecimiento de una nueva forma de unidad que no requiere mayor conversión".
Para el obispo excomulgado, "el Motu Proprio que introdujo una esperanza de cambio hacia la nueva liturgia, no está acompañado de medidas lógicamente correlativas dentro de los otros dominios de la vida de la Iglesia".