KÖNIGSTEIN,
El Presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Luis Kébreau, recordó que aunque la libertad de manifestarse sea "sagrada" nadie tiene derecho a "atacar la vida o los bienes de terceros".
En un reciente comunicado, el Prelado señaló que "obispos del país están del lado de la población" y que "quieren transmitir a las víctimas de la violencia", desatada desde principios de abril, su solidaridad y consuelo.
Tras condenar los actos de violencia, Mons. Kébreau indicó que es reprochable que haya personas inescrupulosas que se aprovechen de menores, secuestrándolos para "fines punibles y fraudulentos".
Asimismo, el Prelado pidió a todos los ciudadanos que sean responsables en la educación de los jóvenes para que "se conviertan en ciudadanos honorables respetuosos con el legado cultural y nacional" y no sean utilizados para realizar actos delictivos.
La Asociación Ayuda a la Iglesia Necesitada, quien dio a conocer la información, hizo un llamado a la solidaridad con la población y la Iglesia en Haití; y tras visitarla en octubre del año pasado, destinaron, hasta el momento, más de 750 mil dólares para la Iglesia en el país.
Haití es uno de los países más pobres del mundo. Desde principios de abril se han producido violentos desmanes por el alza de los precios de los alimentos. Los hechos se agudizaron cuando el pasado 7 de abril cuando 3 mil personas realizaron una marcha causando destrozos en la capital haitiana y dejando como saldo siete personas muertas y un centenar de heridos.