NUEVA YORK,
El Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, Mons. Celestino Migliore, precisó ante el Consejo Económico y Social de este organismo que es necesario apoyar a los migrantes y a las poblaciones rurales, ante la creciente tendencia de urbanización que genera mega ciudades en todo el mundo.
Así lo indicó en su alocución del 9 de abril ante la 41º sesión de Población y Desarrollo sobre el apartado 3: "Monitoreo de Población Mundial, enfocándose en distribución de la Población, Urbanización, migración interna y desarrollo".
El Arzobispo advirtió que "colocar a la persona humana al servicio de las consideraciones económicas o ambientales crea el efecto inhumano de tratar a las personas como objetos en vez de sujetos", por lo que "la migración y urbanización de las sociedades no debe ser medida solamente en términos del impacto económico".
"Es necesario buscar maneras de afrontar los serios desafíos que las migraciones internas y trasnacionales generan, no olvidemos que en el corazón de este fenómeno está la persona humana. Entonces tenemos que dirigirnos a las razones por las que las personas se movilizan, los sacrificios que hacen y las esperanzas que acompañan a los migrantes. La migración con frecuencia genera dolor en los migrantes, ya que dejan atrás a sus familias y amigos, y sus redes socio-culturales y espirituales", explicó.
Mons. Migliore se refirió luego al informe del Secretario General de la ONU y precisó que "mientras la urbanización ha creado mejores oportunidades para los individuos y sus familias, el desplazamiento de espacios agrarios a centros urbanos también genera una miríada de desafíos. De hecho, nuevos problemas ambientales, sociales y económicos emergen con el nacimiento de mega ciudades".
Tras señalar que "una de las más complicadas y dolorosas consecuencias de la rápida urbanización es el elevado número de personas que viven en tugurios urbanos" y que "en 2005, más de 840 millones de personas en todo el mundo vivían en estas condiciones", el Arzobispo alertó de los peligros que esta situación conlleva: "con muchas necesidades, los individuos pueden perder su sentido de autoestima y su dignidad inherente. Se descubren atrapados en un círculo vicioso de extrema pobreza y marginación".