MÉXICO D.F.,
El Arzobispo Emérito de México, Cardenal Ernesto Corripio Ahumada, falleció esta mañana a las 05:30 a.m., en su domicilio, según informó el P. Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis de México, quien explicó además que el deceso se produjo tras "un deterioro continuo" en la salud del Purpurado.
"Fue un gran pastor, muy querido por el pueblo, por la gente", dijo el sacerdote, quien recordó que el Cardenal Corripio fue "un hombre que vivió heroicamente su ministerio sacerdotal y arzobispal" y que enfrentó "con enorme paciencia" la diabetes que padecía y "nunca se desesperó" por ella.
El jueves Santo había sufrido una trombosis en el brazo izquierdo, de la cual no se recuperó. Además, el Purpurado sufría de diabetes desde hace algunos años y los doctores estaban pensando en la posibilidad de amputarle la otra pierna.
La Misa de exequias se realizará en la Basílica de Guadalupe. Se indicó también que el Arzobispo de México, Cardenal Norberto Rivera, se reunirá con el cabildo de la Basílica para definir los detalles de los funerales.
El Cardenal Ernesto Corripio Ahumada nació el 29 de junio de 1919 en la ciudad de Tampico, Tamaulipas al noreste de México. Estudió en el Seminario de Puebla de los Ángeles, en Puebla; y en la Pontificia Universidad Gregoriana, en Roma.
Fue ordenado sacerdote el 15 de octubre de 1942 en Roma, y durante diecisiete años dirigió la Arquidiócesis de México, entre 1977 y 1994. Fue creado Cardenal por Juan Pablo II en el consistorio de junio de 1979.