MADRID,
El historiador valenciano Vicente Cárcel Ortí recoge en su último libro "Caídos, víctimas y mártires" documentos inéditos del Archivo Secreto Vaticano que prueban que el Arzobispo de Valencia entre los años 1946 y 1966, Mons. Marcelino Olaechea Loizaga, "defendió a miles de condenados a muerte, a huérfanos y a viudas" tras la Guerra Civil de 1936, según aseguró el autor.
Cárcel añadió, según informaron fuentes del Arzobispado en un comunicado, que Mons. Olaechea, siendo Obispo de Pamplona (1935-1946), escribió cartas a Franco para "salvar la vida de miles de condenados a muerte y consiguió la conmutación de muchas penas capitales, la reducción de penas y la liberación de encarcelados en el Fuerte de San Cristóbal de Pamplona, Navarra".
Asimismo, organizó la atención de los "huerfanitos de la guerra, como llamaba el propio prelado a los hijos de las víctimas, a los que buscó ayudas económicas e intervino en diversas ocasiones frente a las autoridades locales para conseguir la anulación de condenas".
"Tal fue su defensa de los detenidos políticos al terminar la Guerra Civil que centenares de presos le enviaron después cartas de agradecimiento", según el historiador, que añadió que Mons. Olaechea "fue uno de los prelados más críticos con aquel régimen político".
Según Cárcel, "cuando Mons. Olaechea era Obispo de Pamplona centró su labor pastoral en la reconciliación del pueblo dividido por la contienda". Al acabar la guerra, "no todo fueron fusilamientos, represiones y depuraciones, hubo también indultos, revisiones de procesos, reducciones de penas, liberaciones de encarcelados, y otros gestos de clemencia gracias a la intervención directa de la Iglesia", añadió.
El libro "Caídos, víctimas y mártires", editado por Espasa-Calpe, recoge en 520 páginas documentación inédita del Archivo Secreto Vaticano, que "sintetiza la hecatombe de 1936 y desmiente muchos tópicos y mitos de la más dramática década de la Historia de España en el siglo XX".