SANTIAGO,
El Obispo de San Bernardo, Mons. Juan Ignacio González, aclaró que cuando la Iglesia se opone al uso de la llamada píldora del día siguiente, no lo hace por un tema de fe sino en defensa de los derechos humanos fundamentales.
Ante el fallo del Tribunal Constitucional (TC) que prohibió la distribución del polémico fármaco en los servicios de salud pública y la reacción de la Presidenta Michelle Bachelet que cuestionó la sentencia, el Obispo precisó que no se puede atentar contra la vida humana ni en el sistema público ni en las farmacias.
En una entrevista concedida a Radio Agricultura, el Obispo señaló que "este no es un tema religioso, no ha sido la Iglesia la que ha ido a pedir un fallo al Tribunal. Es un asunto de derechos humanos esenciales, porque toda vida debe respetarse siempre, y en esto nos la vamos a jugar hasta el final porque esto es un elemento esencial de la constitución del ser humano, no solamente cristiano sino de todo ser humano".
Mons. González también discrepó con la Ministra de Salud, María Soledad Barría, quien ha prometido mantener la venta de la píldora en las farmacias. El TC "ha dicho que este fármaco atenta contra la vida y por lo tanto no puede usarse. No lo puede usar nadie en Chile, no es que el ministerio no se lo puede entregar a los que tienen menos y los que tiene más lo pueden comprar en una farmacia", indicó el Obispo.
En este sentido, explicó que los magistrados consideran "en un fallo dividido, que el uso de este fármaco atenta contra la vida humana, cuando ya se ha producido la concepción, y por eso no se puede usar. Y no se puede atentar contra la vida humana ni en el sistema público ni en la farmacia de la esquina".
"Cuando algo es inconstitucional significa que no puede tener un registro público donde esté inscrito", indicó.