LIMA,
El Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, destacó que en el Matrimonio, cada día "hay que estrenar el amor, y ahí es donde viene el sacramento, ese Dios que le pone la 'chispa' que le da a lo cotidiano ese algo diferente y divino".
Así lo expresó el Purpurado, durante la Misa de Matrimonio que presidió el pasado sábado en la que se casaron el tenor peruano Juan Diego Flórez; y su ahora esposa, Julia Trappe, en la Catedral de Lima.
"El matrimonio es para un cristiano una auténtica vocación sobrenatural. El sacramento no es otra cosa que Dios mismo apostando por ustedes, queriendo respaldar esa santa libertad para decirles: 'Estoy con ustedes todos los días hasta el final de la vida'", subrayó el Cardenal Cipriani
Dirigiéndose a los novios, el Arzobispo de Lima les dijo: "Juan Diego, tu camino al cielo se llama Julia. Julia, tu camino al cielo se llama Juan Diego". "El Señor santifica y bendice el amor del marido hacia la mujer y de la mujer hacia el marido; y, ha dispuesto no sólo la fusión de sus almas sino de sus cuerpos", añadió.
Tras comentar que la vivencia del Matrimonio "no es fácil. Es esfuerzo, lucha, lealtad, fidelidad, es contar con Dios; y, de esa manera la vida se convierte en una aventura maravillosa", el Cardenal recordó a un autor francés que decía "No solo me caso porque te quiero, me caso para quererte".
Luego de recordar que la santidad en el matrimonio ha de ser vivida a través de la vida familiar, las relaciones conyugales, sacar adelante económicamente a la familia; y el cuidado y la educación de los hijos; el Purpurado instó a los novios a no temerle "a los hijos" ya que son "una maravilla que bendice a los matrimonios".