BUENOS AIRES,
En una entrevista concedida al diario argentino La Nación, el periodista egipcio Magdi Cristiano Allam, ex musulmán bautizado por el Papa Benedicto XVI en la última Vigilia Pascual, aseguró que el Pontífice cumplió un papel clave en su conversión a pesar de que nunca hasta su Bautismo, tuvo un encuentro personal con él.
En un diálogo desde Italia con la corresponsal Elisabetta Piqué, Allam explicó que su conversión "fue un camino gradual y lento. Desde niño conocí el mundo católico porque fui a escuelas italianas católicas en El Cairo –primero en un jardín de monjas, después en un colegio de sacerdotes salesianos, donde era pupilo–, y esto me permitió conocer desde el interior y en modo correcto la realidad de la religión católica".
Sin embargo, asegura que dos factores incidieron en mi conversión: las amenazas que comenzó a sufrir por sus cuestionamientos al Islam; y la figura del Papa Benedicto XVI.
El hecho de haber sido amenazado a partir de 2003 lo "obligó a reflexionar no sólo sobre la realidad del extremismo y del terrorismo islámico, sino también sobre el Islam como religión, a partir del momento en que estos extremistas y terroristas islámicos hacen lo que hacen en nombre del Islam. Me vi obligado a analizar el Corán y la obra y el pensamiento de Mahoma y descubrí que hay profundas ambigüedades que permiten legitimizar la violencia y el terrorismo".
"El segundo factor fue haber conocido a varios católicos con los que me encontré en perfecta sintonía, ya que compartíamos los valores. Por supuesto la persona que más influyó en la conversión fue este Papa, Benedicto XVI, a quien nunca había visto personalmente antes del bautismo, en la vigilia de Pascua", reveló. Allam asegura que ésta fue "la primera y única vez" que se encontró personalmente con el Papa.
"Como periodista, yo seguí toda la actividad de Benedicto XVI y quedé totalmente fascinado por su pensamiento. Compartí plenamente su concepción de indisolubilidad entre fe y razón. Siempre me fascinó este Papa porque no sólo es un gran hombre de fe, sino también un gran hombre de razón. Creo que muchos temen al Papa no por su fe, sino por su razón, por su capacidad de desafiarlos en el terreno de la razón", asegura Allam.