MÉXICO D.F.,
Más de 3 mil personas acudieron a la Misa de exequias celebrada en la Basílica de Guadalupe de Monterrey para despedir el recientemente fallecido Arzobispo Emérito de esa Arquidiócesis, Cardenal Adolfo Antonio Suárez Rivera.
La emotiva Eucaristía, que fue interrumpida por los continuos aplausos de los feligreses, fue presidida por el Arzobispo de Monterrey, Mons. Francisco Robles Ortega; quien afirmó que al Cardenal Suárez lo caracterizó "su gran prudencia en el hablar y el actuar, sin caer en la cobardía de callar lo que tenía que decir".
Asimismo, recordó los seis años que tuvo como Presidente del Episcopado Mexicano donde contribuyó "grandemente al restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre México y el Estado Vaticano".
Ahora "está en las manos de Nuestro Señor Jesucristo", comentó el Obispo Auxiliar de Monterrey, Mons. Gustavo Rodríguez Vega. "En esta Semana Mayor que pasó fue recogido nuestro compañero el cardenal Adolfo Suárez Rivera, y ahora descansara en paz", agregó.
A la Misa de cuerpo presente asistió el Nuncio Apostólico en México, Christopher Pierre; el Arzobispo de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, quien bendijo el féretro; el Obispo Auxiliar de Monterrey, Mons. Gustavo Rodríguez Vega; los obispos que en vida consagró el Cardenal Suárez, autoridades políticas, entre otros.
Al finalizar la Eucaristía, el féretro del Cardenal Suárez Rivera fue sacado de la Basílica para ser llevado a la catedral de Monterrey, donde fue sepultado en una ceremonia privada.