LIMA,
El Obispo Prelado de Ayaviri, en el sur andino del Perú, Mons. Kay Schmalhausen, recordó que la Iglesia necesita sacerdotes disponibles, obedientes y de intensa vida espiritual.
En la Misa Crismal celebrada en su Prelatura, el Obispo recordó a los sacerdotes que su vida "debe estar orientada a reproducir el modelo supremo, que es Jesucristo. El sacerdote ya no vive en función de sí mismo, ni ha sido consagrado para realizar su propia voluntad".
El Prelado precisó que la obediencia sacerdotal es la primera nota característica de la vida sacerdotal y explicó que solo viviendo así "seremos auténticamente libres, nuestro ministerio fecundo para el Reino, y nuestra vida sacerdotal feliz y verdaderamente plena".
Mons. Schmalhausen advirtió que "no sorprende que el mundo de hoy, sometido al secularismo y a lo que se ha llamado la civilización de la acedia no solo no sea capaz de asumir esta lógica amorosa y oblativa de la obediencia, sino se rebele francamente contra ella y vea en la obediencia un sinónimo de opresión".
El Obispo lamentó que "el influjo de esta perspectiva mundana y falaz" se deje "sentir no pocas veces dentro del cuerpo eclesial cuando en ciertos ámbitos del mismo se dan el espíritu de contestación; el abierto de disenso con relación al Magisterio; la formación de grupos de presión que buscan arrinconar a los Obispos; las acciones u organizaciones al margen de los legítimos Pastores; la búsqueda de ‘consensos débiles’, que imprimen un espíritu de mediocridad en la vida eclesial; los proyectos pastorales o eclesiales que intentan erigir nuevas ideologías totalmente ajenas al evangelio y al sentir de la Iglesia, como ídolos a los cuales rendir culto. Todo ello para escándalo y confusión de los fieles".
Para el Obispo, "tales procedimientos ponen de manifiesto en quienes los propugnan una asimilación totalmente inmadura del espíritu de Cristo" y "parecen poner de manifiesto una vez más la acción oscura del Maligno, y reeditan el misterio de la pasión del Señor, ahora como pasión de la Iglesia, que completa en su cuerpo los dolores y sufrimientos de quien es su Cabeza".