KÖNIGSTEIN,
El representante de la Asociación Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), P. Joaquín Alliende, expresó su pesar por el fallecimiento del Arzobispo caldeo de Mosul, Mons. Paulos Faraj Rahho, y manifestó "su gratitud por la vida de este ‘buen pastor’ y sucesor de los Apóstoles, cuyo único deseo fue servir a su pueblo".
"Su muerte es un símbolo para todas los inocentes que han perdido la vida en Irak", señaló el presbítero y rogó que "la sangre derramada por este discípulo de Cristo contribuya a reinstaurar la unidad de todos los iraquíes".
Asimismo, pidió a todos los cristianos de oriente y occidente rezar intensamente durante la próxima Semana Santa, especialmente por el fin de esta "guerra absurda".
Tras asegurar que es necesario "insistir una y otra vez en la necesidad de que Caín deje de una vez de asesinar a su hermano Abel", el representante de AIN recordó la necesidad de rezar "para que Dios limpie las manos manchadas de sangre por este terrible asesinato" y para que los secuestradores sean perdonados, pues "no saben lo que hacen".
En otro momento el P. Alliende aseguró que AIN mantenía desde hacía años contacto con Mons. Rahho y "permanece en estos momentos unida a los cristianos iraquíes en el dolor y la oración".
En enero de este año, el Arzobispo de Mosul envió una carta a la asociación pidiendo oraciones por la "paz y la estabilidad en su país natal, azotado por el terror", aseveró el P. Alliende.