VATICANO,
En su habitual catequesis de los miércoles, el Papa Benedicto XVI recordó el “papel único” confiado al Sucesor de Pedro en la Iglesia, al meditar sobre la figura de San León Magno, Papa y doctor de la Iglesia.
Tras aludas a un grupo de peregrinos en la basílica de San Pedro, el Pontífice se trasladó al Aula Pablo VI, donde lo esperaban más de siete mil personas.
"Resulta evidente cómo este Papa advertía la responsabilidad del sucesor de Pedro, cuyo papel es único en la Iglesia, porque sólo a un apóstol se ha confiado lo que a los otros ha sido comunicado", explicó Benedicto XVI.
Asimismo, indicó que León Magno "supo ejercer esta responsabilidad tanto en Occidente como en Oriente, interviniendo en diversas circunstancias, con prudencia, firmeza y lucidez, mediante sus escritos y sus delegados. Demostraba así que el ejercicio del primado romano era necesario entonces, como lo es hoy, para servir eficazmente a la comunión, característica de la única Iglesia de Cristo".
El Papa recordó que San León Magno “fue uno los más grandes pontífices de la Sede romana, de la que reforzó la autoridad y el prestigio. (...) Es también el primer Papa del que nos han llegado sus predicaciones dirigidas al pueblo reunido a su alrededor durante las celebraciones".
"Consciente del momento histórico que le tocó vivir y de la transición que tenía lugar, en un período de profunda crisis, de la Roma pagana a la cristiana, León Magno estuvo cerca del pueblo y de los fieles con la acción pastoral y la predicación". Además "ligó la liturgia a la vida cotidiana de los cristianos", demostrando que "la liturgia cristiana no es el recuerdo de acontecimientos pasados, sino la actualización de realidades invisibles que actúan en la vida de cada uno de nosotros", agregó.