HANOVER,
Esta semana comenzó el juicio contra la médica alemana Mechthild Bach, por la muerte de ocho pacientes terminales que recibieron una dosis mortal de morfina entre los años 2001 y 2003 en una clínica en Langenhagen en Hanover.
Según las denuncias en su contra, Bach provocó intencionadamente la muerte de los pacientes, cuyas edades fluctuaban entre los 52 y 96 años.
En su defensa, los abogados han asegurado que "en todo lo que ella hizo u omitió estaba firmemente convencida de que su actuar estaba aprobado por el consentimiento de los pacientes". Sin embargo, la eutanasia en Alemania está prohibida y penada por la ley.
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