VATICANO,
Al recibir esta mañana las cartas credenciales de la Dra. Mary Ann Glendon, nueva embajadora de los Estados Unidos ante la Santa Sede, el Papa Benedicto XVI expresó su aliento a aquellos norteamericanos que trabajan por defender el derecho a la vida, el matrimonio como la unión estable entre un hombre y una mujer, y la familia.
El Pontífice destacó ante todo la experiencia de la Dra. Glendon, que hasta el momento de asumir su nueva responsabilidad se desempeñaba como Presidenta de la Pontificia Academia para las Ciencias, y sirvió a la Santa Sede en diversas misiones internacionales.
"Estados Unidos ha sido una nación que valora el papel de la creencia religiosa para asegurar un orden democrático vibrante y éticamente sólido", dijo el Papa; y agregó que "el ejemplo de su nación uniendo personas de buena voluntad, sin distinción de raza, nacionalidad o credo, en una visión compartida y una disciplinada búsqueda del bien común ha alentado a muchas naciones jóvenes en sus esfuerzos por crear un orden social armonioso, libre y socialmente justo".
El Pontífice recordó que las guerras y exterminios del siglo XX "han dejado en claro que el futuro de la humanidad no puede depender de un mero compromiso político. Más bien, debe ser el fruto de un consenso más profundo basado en el reconocimiento de verdades universales enraizadas en la reflexión razonada en los postulados de nuestra humanidad común".
Al respecto, el Papa expresó su confianza en que "su país, establecido en la verdad evidente de que el Creador ha concedido a cada ser humano ciertos derechos inalienables, seguirá encontrando en los principios de la ley moral común, consagrada en sus documentos fundacionales, una guía segura para ejercer el liderazgo en la comunidad internacional".
El Pontífice recordó que la búsqueda del bienestar mundial implica "primero y ante todo, trabajar por el desarrollo integral de los pueblos, especialmente a través de la proporción de asistencia médica adecuada, de la eliminación de pandemias como el SIDA, más amplias oportunidades educativas para los jóvenes, la promoción de las mujeres y la lucha contra la corrupción y la militarización que distraen valiosos recursos de muchos hermanos y hermanas en las naciones más pobres".