CARACAS,
El Arzobispo de Caracas, Cardenal Jorge Urosa Sabino, fustigó al gobierno de Venezuela por la falta de seguridad y la complacencia que permitieron que un grupo de chavistas enmascarados, liderados por una manifestante callejera, tomaran durante más de tres horas las instalaciones del Arzobispado de Caracas.
"Esta escalada de violencia debe cesar y eso le corresponde al Gobierno. Todos los sectores debemos contribuir a que haya paz, armonía, concordia. Las diferencias se dilucidan con diálogo y en democracia", dijo el Arzobispo de Caracas al canal privado Globovisión, blanco de los ataques de los manifestantes.
El grupo invasor estuvo liderado por la dirigente popular Lina Ron, cabeza de la minoritaria y radical Unidad Popular Venezolana (UPV), una organización de fachada chavista, que en la última elección obtuvo los votos del 0,68 por ciento de los ciudadanos.
El Cardenal Urosa lamentó que ninguna autoridad atendiera sus llamadas telefónicas para denunciar la invasión de la sede arzobispal y exigió "respeto para la Iglesia", así como para los que trabajan con él, para su persona y para los sacerdotes.
El Purpurado vinculó la acción de hoy con los ataques verbales lanzados recientemente por algunas personalidades oficiales a la posición del episcopado venezolano a favor de una amnistía amplia y un auténtico respeto a las prácticas democráticas.
"No es casual que el otro día altísimos personeros del Gobierno agredieran verbalmente a la Iglesia y contra mí y que hoy ocurra esto", señaló.