VATICANO,
Al concluir este miércoles las audiencias generales dedicadas a la figura de San Agustín de Hipona, el Papa Benedicto XVI propuso el largo y complejo camino de conversión del gran santo como modelo de conversión permanente para todo cristiano.
También en esta ocasión –en lo podría convertirse en una tradición- el Pontífice saludó primero a los fieles que, al no encontrar lugar en la colmada Aula Pablo VI, se reunieron en la Basílica Vaticana.
Ya en el aula, el Papa abordó su última catequesis sobre el santo Obispo refiriéndose a su lucha interior, "que lo ha hecho uno de los más grandes convertidos de la historia cristiana".
Al respecto, el Pontífice señaló su deseo de "hacer visible mi personal reconocimiento en relación a una figura a la que me siento muy ligado por el papel que ha tenido en mi vida de teólogo, de sacerdote y de pastor".
El Santo Padre señaló que la lucha interior del Santo puede ser seguida a lo largo de las Confesiones: "quien quiera que se acerque a este libro extraordinario y fascinante, aún hoy muy leído, se da cuenta fácilmente cómo la conversión Agustín no fue de improviso ni plenamente realizada desde el inicio, sino que puede ser definida más bien como un verdadero camino, que se convierte en un modelo para cada uno de nosotros".
"El camino de conversión de Agustín –agregó- continuó humildemente hasta el fin de su vida, tanto que puede verdaderamente decirse que sus diversas etapas, de las que se pueden distinguir fácilmente tres, son una única gran conversión".