MADRID,
La Delegación Diocesana de Apostolado Seglar de la Arquidiócesis de Madrid ha anunciado la VIII Jornada Diocesana de Apostolado Seglar que tendrá como lema "Testigos de Cristo, Esperanza para el Mundo" y que abordará el tema del testimonio de la fe en el ámbito público.
Las Jornadas de Apostolado Seglar son un iniciativa del Cardenal Antonio María Rouco en respuesta al pedido de muchos laicos que que deseaban contar contar con un lugar para encontrarse, dialogar y reflexionar de manera comunitaria, sobre las necesidades y los retos que sociedad actual plantea a la Iglesia.
"Son muchos los retos que una sociedad impregnada de laicismo como la nuestra, plantea hoy a los seglares y a la Iglesia", señala Rafael Serrano Castro, Secretario General de la Delegación. "De entre ellos, el principal es el de tomar conciencia de que la fe no es un asunto privado, que los católicos como ciudadanos, miembros de la sociedad civil, tenemos el derecho, el deber y la obligación de participar en la vida pública y de promover una política que esté de acuerdo con nuestras convicciones, siempre por métodos democráticos y de acuerdo con las exigencias del bien común", agrega.
"Otro reto importante –dice Serrano Castro- es el de comprender que la participación en la vida pública de los cristianos no puede quedar reducida a la participación en unas elecciones. Es necesario potenciar todo tipo de asociaciones intermedias de participación ciudadana, que hagan posible una sociedad equilibrada, no sometida a los intereses del poder institucional y en esta tarea los cristianos tenemos una experiencia insustituible".
Según el dirigente laical, uno de los grandes temas a tratar en la VIII Jornada diocesana será el de la formación para los laicos.
"La gran masa de cristianos que realizan su vida de fe en torno a las parroquias, no tiene acceso a unos planes y materiales de formación, adecuados para dar razón de su fe en una sociedad secularizada y es evidente que el laicado que hoy necesita la Iglesia no puede surgir solamente de la labor parroquial, son necesarios otros medios y otros cauces formativos complementarios, de ahí la importancia que tiene articular un horizonte formativo diocesano, que nos permita planificar la formación implicando a las diversas asociaciones, instituciones y organismos que en las diócesis se encargan de ésta tarea", explica.