LA HABANA,
Decenas de miles de fieles cubanos, algunos portando carteles con las imágenes del Papa Juan Pablo II y del Papa Benedicto XVI, colmaron la plaza de la Catedral de La Habana para participar de la Misa en la que el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, pidió más espacios públicos para la misión de la Iglesia.
La Misa se convirtió en una verdadera fiesta de fe, sin precedentes desde la visita del Papa Juan Pablo II a la Isla 10 años atrás. Mientras en las primeras filas eran ocupadas por importantes autoridades del gobierno cubano, más atrás miles de fieles de diversas parroquias y agrupaciones –incluyendo las "Damas de Blanco", que reclaman pacíficamente la libertad de sus familiares detenidos por motivos políticos- crearon un mar humano que seguía con atención la celebración transmitida a través de altavoces y una pantalla gigante.
Celebrando la Víspera de la Cátedra de San Pedro, el Cardenal Tarcisio Bertone señaló durante la homilía que "todas las naciones de la tierra han sido llamadas por Dios para formar un solo pueblo que se deje conducir por Él, como el rebaño por el Pastor. A la Iglesia se le ha encomendado esta tarea, para lo cual no se apoya en seguridades humanas o materiales, sino en la gracia divina, pues su quehacer consiste en conducir a los hombres y mujeres del mundo a Cristo, para que haya un solo rebaño y un solo Pastor".
"El ministerio eclesial confiado a Pedro y a sus Sucesores –prosiguió- es garantía de la unidad de la Iglesia, de la integridad del depósito de la fe y principio de comunión de todos los miembros del pueblo de Dios. Por consiguiente, la cátedra de Pedro, que hoy celebramos, no se apoya en fuerzas humanas, en 'la carne y la sangre', sino en Cristo, piedra angular".
"También nosotros, como Simón, nos sentimos felices porque sabemos que nuestra gloria no está en nosotros mismos, sino en el designio eterno y providente de Dios, que envió a su Hijo, el Buen Pastor, para apacentar el rebaño y congregar a los hijos de Dios dispersos, ofreciéndose a sí mismo en el altar de la cruz como Cordero humilde y víctima expiatoria", agregó.
El Secretario de estado destacó además que la Iglesia "está fundada sobre la base firme de Pedro y su testimonio del mensaje de Cristo. La 'cátedra' de Pedro es precisamente el símbolo de su misión, del lugar que ocupa y del papel que desempeña en el pueblo de Dios".