LA HABANA,
El Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, afirmó desde esta capital, su esperanza de que el décimo aniversario de la visita de Juan Pablo II a Cuba dé un nuevo impulso a las relaciones entre el Estado y la Iglesia Católica y se permita a ésta trabajar con la "debida libertad".
"Albergo la esperanza de que la celebración de este aniversario de la visita del Papa Juan Pablo II a esta bendita tierra contribuya a dar un nuevo impulso a las relaciones entre el Estado y la Iglesia Católica en Cuba, para que en espíritu de respeto y entendimiento mutuo, la Iglesia pueda llevar a cabo plenamente su misión, estrictamente pastoral y al servicio de sus fieles, con la debida libertad", indicó el Purpurado al reunirse con los miembros de la Conferencia de Obispos Católicos Cubanos (COCC) en uno de sus primeros actos oficiales en la isla.
El Cardenal Bertone transmitió a los prelados el saludo y cercanía del Papa Benedicto XVI. "El Papa conoce bien la situación de la Iglesia cubana, la lleva en su corazón y la tiene muy presente en sus oraciones. Por eso espera con vivo deseo la próxima visita ad limina de los obispos cubanos, para poder así encontrarlos personalmente y estrechar los vínculos de comunión que tan fuertemente unen a los Pastores de esta noble Nación con la Sede Apostólica", indicó.
Asimismo, dio gracias a Dios por la oportunidad de visitar la isla con ocasión del décimo aniversario de la inolvidable visita papal. "Estoy plenamente convencido de que esta efeméride será también un tiempo de gracia abundante y una ocasión privilegiada para impulsar una intensa labor pastoral que, por un lado, permita consolidar los frutos espirituales ya cosechados durante estos años y, por otro, produzca una honda renovación de la vida cristiana en todo el Pueblo de Dios que camina en esta hermosa tierra", agregó.
El Cardenal Bertone animó a los obispos "a intensificar aún más si cabe la acción pastoral que con tanta dedicación y empeño están llevando a cabo" y les recordó "la importancia y la primacía que, tanto en la vida personal como en nuestro ministerio episcopal, debemos dar a la oración y al trato íntimo con el Señor en la vida espiritual" porque "en la intimidad de la oración con Cristo es donde maduran los mejores proyectos e iniciativas pastorales, y donde el corazón se llena de confianza y fortaleza ante las dificultades, con la seguridad de que es el Señor quien actúa en nosotros y a través de nosotros".
También los alentó "a seguir robusteciendo el espíritu de comunión entre todos los obispos, como miembros del Colegio Apostólico, y con el Papa. Todos Ustedes deben sentirse acompañados y sostenidos por sus hermanos en el Episcopado, como manifestación concreta de ese afecto colegial que nos une y por la unión con el Sucesor de Pedro".