LA HABANA,
Días de serenidad y confianza. Así viven los obispos cubanos tras la renuncia de Fidel Castro a seguir gobernando Cuba, según informó el secretario ejecutivo del Episcopado, Mons. José Félix Pérez.
En declaraciones a la agencia SIR, Mons. Pérez indicó que "estamos viviendo este momento con serenidad, a diferencia de lo que la gente fuera de Cuba puede pensar. Como para cualquier otro caso, la actitud de la Iglesia es siempre la de confiar en la providencia de Dios y en el sentido común de quienes se harán cargo ahora".
Contactado en La Habana durante la reunión de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) y a la espera de una declaración oficial de los obispos, Mons. Pérez describe este momento histórico con calma.
"Estamos muy tranquilos, hacemos las mismas cosas de todos los días y estamos a la espera de la toma de posesión del nuevo presidente el domingo, con las estructuras y las competencias típicas del Consejo de Estado. Sólo tenemos que esperar a la próxima semana y ver cuál será el perfil y los objetivos de las instituciones del Estado. Ahora mismo, es difícil comprender qué medios usará el nuevo presidente y con qué velocidad, porque no hay duda de que los medios serán aprobados lenta y no apresuradamente. Pero, por el momento, es de esperar que todo marche como de costumbre", declaró.
Mons. Pérez admitió que "Fidel es un hombre que ha tenido una notable importancia histórica, que ha concentrado todos los poderes y todos los símbolos en sus manos. A partir de ahora, algo va a cambiar, pero es difícil predecir cómo".
Cuestionado sobre si los cubanos, a pesar de su bajo nivel de vida, temen los riesgos potenciales del consumismo y el liberalismo que ingresan al país, Mons. Pérez pide mirar este asunto "desde una perspectiva diferente. Por el momento, esto no parece probable que suceda. Todo irá lentamente y con normalidad. No creo que se dé ningún tipo de cambio repentino hacia un consumismo salvaje".