PANAMÁ,
El Presidente Martín Torrijos culpó a los padres de familia panameños de la ola de violencia que afecta al país y es protagonizada por delincuentes juveniles. Sin embargo, la posición del mandatario es contraria al contenido del proyecto de ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, que impulsa su gobierno y que limita la posibilidad de los padres y educadores de corregir a los niños y adolescentes.
Según informó el diario La Estrella, de este polémico proyecto se desprende que "ningún padre podrá exigirle a sus hijos, menores de edad, que hagan la primera comunión o asistan a la escuela dominical, ni que lo acompañen a la sinagoga o mezquita. Tampoco podrá pedirles a sus niños que se abstengan de decir ‘palabrotas’. Ni podrá impedirles que se junten con tal o cual amigo".
El proyecto consagra derechos a libertad religiosa, libertad de expresión y de asociación a niños y adolescentes. "Y la lista de esos ‘derechos’ es larga, como el de tener acceso a información, ‘sin importar su fuente y modo de expresión’. En este caso, los padres solo pueden orientar a sus hijos, pero no prohibirles que vean, lean o escuchen algún material en particular", sostiene el diario.
Gloria Grifo de Rodríguez, de la Fundación Vida y Familia, explicó que los principios contenidos en el proyecto son "peligrosos porque convierte a los niños en titulares de derechos, sin obligaciones. Si no se le enseña al niño autocontrol, estaremos educando delincuentes".
"Por un lado le establecen a los padres la responsabilidad civil por los daños que ocasionen los menores, y por otro se les da a éstos (los menores) la capacidad plena para contratar en materia laboral y para formar organizaciones sin que deba existir el conocimiento o consentimiento de los padres", cuestionó Rodríguez.
Asimismo, aclaró que "el Estado no puede intervenir en la forma como los padres educan a sus hijos en la intimidad del hogar".