BUENOS AIRES,
Durante su reflexión semanal "Claves para un Mundo Mejor", Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, señaló que el profesor católico debe comprenderse a sí mismo como un modelo y evangelizador de los educandos.
Mons. Aguer abordó en su programa el 45º Curso de Rectores del Consejo Superior de Educación Católica (CONSUDEC) y destacó que "la temática del Congreso giró alrededor del protagonismo del docente", con el lema "Tiempos Oportunos para Educadores Protagonistas", y lo consideró "muy importante" porque "nos invita a poner atención cuando se habla tanto del tema educativo en la figura del docente".
El Prelado afirmó que el término "docente" es "un tanto genérico porque docente es alguien que enseña", y recordó que antes se los llamaba "maestros" y explicó que no le gusta hablar ni de docentes ni de trabajadores de la educación.
"Me parece que hay que reivindicar otra vez el nombre de maestro. Aquí estamos enfocando el alma del proceso educativo. Porque el proceso educativo no puede funcionar bien y no puede dar fruto si no se entabla esa relación correcta entre el maestro y el discípulo. Maestro es algo más que una persona que enseña. Es alguien que, no sólo tiene que transmitir instrumentos de conocimiento, metodologías sino también valores, tiene que educar", dijo el Prelado platense.
"La calidad de la educación depende en buena medida de la calidad de los maestros y por tanto del autentico protagonismo de los mismos en la escuela", agregó.
Mons. Héctor Aguer valoró "la formación permanente de los maestros" porque consideró que este "es otro campo en el cual se juega el principio de la libertad de enseñanza, de la libertad de educación".