SALZBURGO,
El Arzobispo de Salzburgo, Mons. Alois Kothgasser, en su carta pastoral para esta Cuaresma resaltó que para perdonar, las personas requieren de "grandeza humana" y un corazón magnánimo que no guarde rencor.
Luego de destacar la necesidad de la reconciliación con Dios y con nuestros hermanos, el Prelado animó a buscar la reconciliación. "¡Perdonémonos los unos a los otros!", exhortó.
También recalcó que la Cuaresma es "un tiempo privilegiado en el que podemos renovar nuestra vida", en el que además "construimos nuestra amistad con Dios y fortalecemos el amor hacia los demás".
El Arzobispo pidió poner medios concretos para vivir el perdón y la reconciliación. "Incluso cuando se trata de un regreso interior del corazón, son importantes los actos externos para un nuevo comienzo: el ayuno, las pequeñas renuncias, la oración constante, los actos concretos de amor".
"Perdonar es tan difícil que pareciera que supera nuestras frágiles fuerzas humanas. ¡El perdón viene de Dios!", precisó el Arzobispo y subrayó que para vivir esta reconciliación es urgente la oración. Tras asegurar que el corazón que perdona requiere de la magnanimidad, destacó que "el perdón está muy relacionado con la valentía", un "gran reto" que exige "grandeza humana".