VATICANO,
El Papa Benedicto XVI recibió ayer en visita ad limina a cuatro obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, a quienes les expresó su preocupación por el tema de la familia y la lucha contra la pobreza en ese país centroamericano.
El Santo Padre recibió a los obispos de las diócesis de San José, Limón, Alajuela y Puntarenas, con quienes conversó por separado durante 15 minutos con cada uno aproximadamente.
Mons. Hugo Barrantes, Arzobispo de San José, comentó tras la cita que fue una conversación muy amplia en la que sintió la "cercanía del Papa como un Padre espiritual". "No le he podido disimular nuestra alarma por el aumento de matrimonios civiles frente a los católicos y la desintegración familiar", explicó el Prelado quien también comentó que el tema de la pobreza fue parte de la plática.
Asimismo indicó que se busca fortalecer en el país la lucha por los más necesitados en el marco de la Doctrina Social de la Iglesia. Indicó además que le agradeció al Pontífice los documentos que ha escrito y su doctrina "tan clara".
Por su parte, el Obispo de Limón, Mons. José Rafael Quirós, dijo que el Papa mostró mucho interés en conocer dónde quedaba ubicada la provincia. "Tenía un mapa del país y me pidió que le enseñara dónde estaba Limón. Mostró un interés especial en cuanto a la migración, los grupos étnicos y sobre la situación de pobreza de Limón", señaló.
"Yo le comenté que es la provincia más pobre del país, y le describí las diversas situaciones que enfrentan los limonenses: el desempleo, la falta de oportunidades y la situación de los indígenas", añadió el Prelado.